Nuestro protagonista de hoy es un claro ejemplo de que cuando se cierra una puerta se abre una ventana. Ha hecho de su afición una profesión y todo ello por una de esas vueltas que da la vida.
Es vivaracho, simpático y cercano, y eso se transmite en sus pinturas: vibrantes, próximas y de fácil comprensión.
Dice no haber pintado nunca bien, aunque no nos lo creemos del todo. Lo que si ha superado con su pintura es el miedo al fracaso, el juicio y opinión de los demás.
Los peldaños de nuestra escalera se cuelan en el estudio del pintor Máximo Beltrán.
La Escalera, Máximo Beltrán, Pintor, Sax, 2016 from Intercomarcal TV on Vimeo.


