Mordaces son los comentarios que, de forma persistente y aceda, se escuchan en los corrillos, debatiendo, sobre el candente tema de los toros del día 7, como así de toda la parafernalia teatral y antidemocrática que supone su autorización por Decreto.
Voces autorizadas parecen asegurar que esta decisión para organizar la corrida la JCF, carece de legalidad, pues los estatutos de la misma no contemplan esta actividad dentro de sus fines y objetivos.
No trataré de hacer valer mi opinión ni entrar al toros si, toros no, cada individuo es libre en sus creencias y pensamientos y puede hacerse las composiciones de lugar que libremente elija, para ponerse a favor o en contra de lo que una mayoría llana Fiesta Nacional.
Más que el fin pretendo, si es posible, aclarar las formas que a primera vista no están ni son lo transparentes que el pueblo precisa por desconocerse diversos entresijos de la trama que nos ha llevado a la anómala situación actual.
Lo más importante es saber que ha ocurrido en el Ayuntamiento de Villena, para que por primera vez en la historia se promulgue un Decreto contrario a lo declarado por el Sr. Alcalde. Lo importante es saber que ha ocurrido, para que cuando se estaba debatiendo el tema de la corrida y se encontraba en un impas de indecisión por no haber mayoría para el desarrollo de la corrida por ese sistema (creado a todas luces para el pago de un favor) y cuando se había comunicado que no se haría la concesión por Decreto, como es posible que aparezca, como por arte de magia, uno firmado por el Sr. Richart, no presentado en Secretaria. Automáticamente se le da validez aduciendo Los Verdes, una serie de incongruencias y desatinos, aun siendo lo contrario de lo manifestado por el Alcalde, que incluso atentan contra los valores democráticos y que por supuesto vulneran sus esencias y dogmas. Hablan y apelan a la democracia para la celebración de este evento y lo autorizan por el medio menos democrático existente que es el DECRETAZO.
Un Alcalde al que hacen tragar ruedas de molino y tiene que pasar el mayor ridículo de la historia por vergüenza torera nunca mejor dicho, debía para no seguir haciendo la marioneta hacer mutis por el foro y retomar su profesión, en la que no dudo será bastante más brillante.
Porque un Alcalde, con mayúsculas, que tolera un golpe municipal de esa categoría, que lo ridiculiza ante todo el mundo, demuestra el lastre que lleva sobre sus espaldas por gobernar en un triangulo político de ideología claramente encontrada.
No dudo de la buena voluntad de nuestro primer edil, pero sí aseguro que se encuentra, por buscado, en el lugar más comprometido en el momento más inoportuno, por haber prometido o concedido excesiva prebendas a sus aliados políticos, que en estos últimos días lo han colocado en una situación altamente comprometida, por depender sus decisiones del voto favorable de los ediles de VCD.
El Alcalde no debe olvidar y lo olvida que todas las Tenencias de Alcaldía actúan por delegación por ello el Decreto firmado por el Sr. Richart es como si lo hubiese firmado el mismo y al no estar presentado en Secretaria, todavía no era un documento legal y por tanto ni se daba ni quitaba autoridad a nadie. Esa no es más que otra muestra de las tragaderas de nuestra primera autoridad, que no ha cumplido con ninguna de las pautas que se marcó en la toma de posesión. Desde luego su situación ante el pueblo de Villena deja mucho que desear. Nadie debe, ni puede. Actuar contra sus principios, por sometimiento, pues en la situación que queda es a todas luces indefendible.
El procedimiento, casi inverosímil, utilizado para la concesión a la JCF de la Plaza de Toros de Villena el día 7 de Septiembre es una muestra palpable de la perdida de todos y cada uno de los valores de nuestros dirigentes a la hora de la toma de decisiones.
Los carteles anunciadores de la corrida del día 7 dejan todavía más patente la poca claridad existente en este asunto, porque organiza una empresa S.A. y figuran como colaboradores el Muy Ilustre Ayuntamiento y la Junta Central de Fiestas. No olvidemos que colaborar es tomar parte y sería de gran interés saber que parte le corresponde a cada uno.
E. Pardo


