Una idea puede convertirse en polvo o en magia
según el talento con que se frote. ( William Bembach)
Quien opina forma juicio, y si lo hace calificando, esta apreciando su calidad y su valía y si descalifica sin estudiar lo dicho o escrito lo que está realizando es inhabilitar, es decir considerar que la persona de quien habla carece de inteligencia, no es apta ni capaz, ni diestra ni está dispuesta para nada.
Por tanto quien no opina y descalifica esta haciendo un dictamen, no diré nulo porque el hecho de emitirse lo valúa, pero si diré que está fuera de contesto porque olvida la esencia de lo escrito y arremete contra quien lo escribe, convirtiéndose en juez y se atribuye unas cualidades que no tiene, cometiendo la osadía o mejor villanía la mayor parte de las veces, por no decir todas, de hablar de un pasado, que conoce a pinceladas o del que tiene leves nociones, y del que esto escribe para nada esta arrepentido.
Dicho esto añadiré que el uso del anonimato o del seudónimo no da más
validez ni fuerza a las descalificaciones personales que se vierten en lugar de opiniones, porque algunas de ellas, y yo si que firmo lo que escribo, las vierten apostatas políticos en persona.
Al mismo tiempo y dado que su repertorio es sumamente corto se repiten excesivamente en sus comentarios descalificativos, usan de continuo los mismos términos hasta tal punto que, sin gran esfuerzo, se puede hacer un retrato robot de su persona. Hasta para descalificar hace falta ingenio y la mayoría de los que los hacen adolecen de esa carencia.
Firmar lo escrito da rotundidad y concede sello de autentico a lo dicho, por el contrario lo que demuestra cierto temor o demerito o incluso cobardía es parapetarse en esa falta de encaramiento y creyendo que juegan con ventaja tratar de vilipendiar a quien del modo más natural
firma con su nombre y apellido, de los que se siente orgulloso, no como otros que lo ocultan por miedo a ser certeramente retratados.
Yo por mi parte seguiré opinando, incidiendo en todo cuanto me parezca equivocado y seguiré como buen ciudadano reclamando cuantas aclaraciones crea oportunas de esos ediles, del tripartito de tan variopinto pergeño y encontradas ideologías.
Tu opinión como juicio o dictamen me interesa, pero si piensas simplemente ultrajar, desiste, si desiste porque, desde este momento, para mi no existes.
¡Gracias por leerme!
Ernesto Pardo Pastor.-


