En los momentos que estamos viviendo urge, con temple, poner, una tras otra, una seríe de medidas capaces de tamizar, la palmaria, situación politica de nuestro Ayuntamiento incapaz de retractarse de decisiones un tanto forzadas, es decir hechas por obligación, que dejan en la indefensión a representantes de miles de ciudadanos.
«Lo peor de un liderazgo es no ejercerlo». «Yo tengo que tomar muchas decisiones y las tengo que tomar yo, no las toman por mi», esto dijo José Maria Aznar, en unas declaraciones realizadas en Diciembre de 1998, a la periodista Arantza Furundarena.
Creo que nuestra primera autoridad, Sr. Esquembre, debería tomar nota y actuar con discreción pero no con sectarismo. Y puesto que tiene que tomar una decisión que lo haga, sin presiones de acuerdos tripartitos preexistentes, que pueden influir en el conocimiento de la verdad, sea cual fuere. Esto es discreción. Lo contrario es, siempre, absurdo pero mucho más facil que asumir responsabilidades.
Una moción presentada para tratar en Pleno, en debida forma, por un grupo político, es más que un mero adorno o un capricho, es hacer uso de un derecho que ya se ha utilizado en este Ayuntamiento. Recordemos los Plenos en los que se pedía dimisiones de concejales del PP, por parte del PSOE y Grupo Verde, entonces en la oposición, y se debatian.
El Alcalde no debe olvidar que si «nacemos libres e iguales en dignidad y derechos sin distinción de raza, color…»(Art 1º) no debe aplicar distinta vara de medir para identicos derechos. La no aplicación de este articulo es un proceder dictatorial, es ir contra «La Carta Magna Libertatum » firmada por Juan sin Tierra, en el castillo de Rennuy-mede, Surrey, en Junio de 1215, compuesta de 61 articulos que defendian, en fundamento «los principios de un proceso justo, no sujeto a arbitrariedad o el principio de igualdad ante la ley…». Siete siglos despues, en 1948, tras diversos abatares, sacudidas y conflictos bélicos, se aprobó la Declaración de los Derechos Humanos.
Con comportamientos como los realizados por el Sr. Alcalde de no admitir a Pleno una determinada moción, el principio de La Carta Magna de «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…» se convierte en pura poesía, sin aplicación alguna en la prosaica realidad. La razón es simple: cuando el poder y los derechos humanos entran en conflicto, estos llevan, las de perder, inevitablemente, porque se levanta una muralla para impedir que se conozca la relidad, a la mayor parte del pùeblo, mientras las otras partes se cuelan en un paraiso de privilegios que no le correspònden,
Es muy discutible que una simple norma municipal, de si se trata un tema en Junta de Gobierno o Pleno, tenga, o se le conceda, más poder que a La Carta Magna.
Pero yo no llevarè este tema hasta las altas instancias, porque, desde el principio, sé que me asiste la razón y como a mí a miles de ciudadanos. Pero lo que sí haré es luchar, dentro de mis posibilidades, para que no se vulnere la Ley, ni traten de hacer publica una verdad amañada o incluso evitar debates desviando la atención e intentando involucrar a terceros para evadir responsabilidades.
¿Porqué tanto interes y empeño en no llevar a Pleno para que se debata, en público, la dimisión solicitada por el PP del Sr, Richart?
¿Puede un concejal hacer una comparecencia en Pleno para tratar de
asuntos correspondientes a otras legislaturas? Me gustaria saber con certeza, inequivoca, la respuesta a esta ultima pregunta. En mi fuero interno creo que se esta de nuevo vulnerando la Ley.
Ernesto Pardo