LA ASOC. SAHARA VILLENA, HACE UN LLAMAMIENTO URGENTE A LA MANIFESTACIÓN DIA 11 DE NOVIEMBRE.
EN MADRID DESPLAZAMIENTO EN AUTOBUSES COLABORA, VIAJE SOLO 3 EUROS ACOMPAÑANOS ESE SABADO POR LA JUSTICIA Y LIVERTAD CON EL PUEBLO SAHARAUI. LLAMANOS AL 649 410 737
El próximo día 31, el Consejo de Seguridad tiene que aprobar una nueva
resolución referente al conflicto del Sáhara Occidental. El nuevo secretario
general de las Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-moon, hereda de su
antecesor, entre otros, el dossier del Sáhara. Antes de él, Kofi Annan,
Butros Gali o Pérez de Cuéllar, no han sabido, podido o querido aplicar los
principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas y concluir con el
último vestigio colonial en África.
A nadie le cabe ninguna duda de que la legalidad internacional reconoce y
garantiza el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental
para decidir libre y democráticamente su futuro. ¿Qué poderosas razones
impiden aplicar por las Naciones Unidas la legalidad vigente en el Sáhara
Occidental, que ha sido reafirmada en todos sus pronunciamientos?Después de
16 años de confrontación armada, de 15 años de arduas negociaciones
políticas para buscar una solución justa y pacífica, aceptada por las dos
partes y que fuera objeto de consenso internacional, ahora algunos pretenden
hacer borrón y cuenta nueva y que el pueblo saharaui vuelva a desandar el
camino recorrido en estos años.
Atravesamos un momento crucial, y ha llegado la hora de hablar claro: o se
está con el que invadió un territorio y no quiere que se ponga en duda la
legalidad de dicha ocupación, o se está con el pueblo saharaui y su derecho
a la autodeterminación. El verdadero responsable de la grave situación
actual, que no es otro que el inmovilismo de Marruecos, que ha decidido, de
manera unilateral y desafiando todas las resoluciones y compromisos
internacionales, intentar imponer «su solución», que consiste en el hecho
consumado e irreversible de la ocupación ilegal del territorio, en el marco
de una solución… «autonómica dentro de la soberanía marroquí sobre su
incuestionable integridad territorial»…
La Unión Europea, y España en particular, se equivocarían si no pusieran
todos los medios necesarios para influir en la posición marroquí y evitar el
retorno a una solución similar a la de 1975. Sería una auténtica burla a la
legalidad, a los esfuerzos desplegados por la Comunidad internacional y a
los sentimientos de millones de ciudadanos de todo el mundo que desean ver
resuelto el conflicto de acuerdo con la legitimidad y la soberanía del
derecho internacional.


