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Elda

“Gracias, doctor”: más de cien mujeres sorprendieron al Dr. José Vicente Coloma en su jubilación

El pasado sábado 27 de septiembre, un grupo de mujeres que pasaron por su consulta convirtió un almuerzo en un homenaje inesperado: más de un centenar de pacientes prepararon una fiesta sorpresa para despedir al doctor José Vicente Coloma, referente de la patología mamaria en el Departamento de Salud de Elda. Hubo aplausos, abrazos, un pasillo de bienvenida, fotografías y un libro de firmas que condensó años de miedos compartidos, tratamientos, esperanza y gratitud.

El tributo nació de la voluntad de dar las gracias a quien muchas de ellas definen como “médico y compañero de camino” en los momentos más duros: diagnósticos, cirugías y recuperaciones. Durante el encuentro —al que el doctor acudió acompañado de su familia— recibió un montaje fotográfico, una canción y un cuadro con imágenes de las asistentes, símbolos de una relación médico-paciente que trascendió la consulta.

La trayectoria de Coloma explica la huella que deja. Cirujano en el Hospital General Universitario de Elda desde 1997 y coordinador de su Unidad de Patología Mamaria desde 2012, ha sido una de las caras más visibles del abordaje integral del cáncer de mama en la comarca. Quienes trabajaron con él destacan su capacidad técnica y su delicadeza al comunicar malas noticias, combinación que alimentó la confianza de sus pacientes.

Su compromiso no se limitó al quirófano. Impulsó la creación de la Unidad Funcional de Patología Mamaria y defendió el trabajo multidisciplinar como garantía de calidad asistencial. En paralelo, apoyó iniciativas que humanizan el proceso oncológico, como la micropigmentación oncológica en el hospital público, proyecto pionero en la provincia junto a profesionales de Enfermería.

En el plano asociativo, Coloma ha presidido AcMAVI (Asociación Cáncer de Mama del Vinalopó), desde donde ha promovido campañas de sensibilización, acompañamiento y captación de fondos para investigación, tejiendo una red de apoyo más allá del hospital.

Este verano, el Departamento de Salud de Elda ya le había tributado una despedida profesional por su jubilación tras casi tres décadas de servicio. En esas fechas, relató cómo su carrera —forjada entre vocación y aprendizaje continuo— le llevó a volcarse de lleno en la cirugía mamaria, e incluso participó en hitos clínicos recientes del propio hospital.

La fiesta sorpresa del sábado puso palabras sencillas a todo eso: “Gracias, doctor”. Gracias por la escucha, por la mano firme y por no perder nunca la humanidad. “Su huella permanecerá siempre en cada una de sus pacientes”, resumieron las organizadoras al cierre de un acto que quiso ser, sobre todo, un abrazo colectivo a su legado.


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