La Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública de Villena ha lanzado un duro diagnóstico sobre la situación sanitaria en la ciudad y su entorno: listas de espera que superan los dos y hasta tres años, especialidades sin consulta presencial, rehabilitación “prácticamente inexistente” y una Atención Primaria desbordada.
Desde el 15 de octubre, la entidad atiende a vecinos en un despacho cedido por el Ayuntamiento en el Espacio Joven. En menos de dos meses han pasado por allí unas 50 personas y se han registrado más de 30 quejas formales por retrasos, errores diagnósticos, falta de seguimiento o ausencia de determinadas especialidades. “Las quejas verbales no existen para la administración, solo lo que queda por escrito”, insiste su portavoz, José Antonio Marco, que anima a la ciudadanía a solicitar siempre informes y dejar constancia de cada incidencia.
Entre las situaciones recogidas, la asociación menciona retrasos de más de tres años para realizar mamografías o iniciar tratamientos de rehabilitación tras operaciones complejas. “Tenemos una persona con tres fracturas que lleva cuatro meses sin fisioterapia. No todo el mundo puede permitirse un fisio privado”, denuncia Marco.
También hablan de pacientes con tumores benignos o párkinson que apenas tienen seguimiento médico, y de especialidades como dermatología, oftalmología o neurología donde los tiempos de espera superan el año. En algunos casos ni siquiera hay consulta presencial, sino el envío de fotografías o informes para que el especialista valore a distancia.
La situación no mejora en otras áreas: la Unidad del Dolor, colonoscopias, ginecología o endocrinología acumulan listas de espera que oscilan entre los tres y los diez meses, según los datos recabados por la propia asociación.
La realidad en los centros de salud de Villena tampoco invita al optimismo. La asociación denuncia que no se cubren bajas médicas, lo que sobrecarga a los equipos y alarga los tiempos de respuesta. Conseguir cita con el médico de cabecera puede tardar entre 6 y 15 días, y una simple analítica llega a demorarse más de un mes.
Esta situación ha provocado un incremento de las visitas a Urgencias, donde los médicos se ven obligados a abandonar las consultas para atender avisos, generando un efecto dominó sobre el resto de pacientes.
Respecto al Centro Sanitario Integrado, reabierto en octubre, la valoración es muy crítica: “Sobre el papel ha vuelto a funcionar, pero en la práctica sigue igual”, aseguran. La asociación sostiene que se anulan consultas cuando un especialista causa baja sin ofrecer alternativas, que no se publican datos claros sobre las listas de espera y que algunas especialidades apenas tienen actividad.
Para los representantes de la asociación, lo que está ocurriendo en Villena no es un fallo puntual, sino el resultado de un modelo sanitario que favorece la privatización. Pascual García, miembro de la entidad, apunta directamente a la Ley 15/1997, que permite la gestión privada de hospitales públicos: “Cuando lo importante es la cuenta de resultados, deja de serlo la salud de la población”.
La entidad recuerda que, pese a todo, la presión ciudadana ya ha conseguido algunos avances: se ha frenado parte del recorte en el reparto de medicación y se ha logrado la reapertura del Centro Integrado. Sin embargo, consideran que estos pasos son “claramente insuficientes” para revertir el deterioro del sistema.
Con este panorama, la Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública prepara un 2026 de intensa actividad. Anuncian una ronda de reuniones con asociaciones, colectivos vecinales, partidos y sindicatos para construir una gran movilización comarcal que ponga la sanidad en el centro del debate.
“Villena tiene que empezar a tomar la calle. Si no hacemos ruido, no existimos”, resume Marco. Se preguntan por qué otras localidades, como Ontinyent, cuentan con hospital propio estando a una distancia similar de su centro de referencia, mientras Villena depende de Elda para casi todo. Si no es posible un hospital, reclaman al menos un refuerzo serio del transporte público, con conexiones en autobús o tren cada media hora para facilitar el acceso al Hospital de Elda.
La asociación ha convocado una charla abierta en el CEAM este miércoles 10 de diciembre a las 11:00 horas para informar de la situación y presentar su proyecto a la ciudadanía. Además, el 15 de diciembre celebrarán su primera asamblea de socios para definir las líneas de trabajo de 2026. La cuota anual es de 12 euros.
“Villena se merece más. No somos una pedanía de nadie, somos una ciudad con necesidades propias”, concluyen, apelando a la implicación de la ciudadanía: “Todas las vidas valen lo mismo. Si no levantamos la voz, nadie lo hará por nosotros”.







