Cuando llegan las fiestas, hay productos que regresan a la mesa casi sin darnos cuenta, porque forman parte de nuestra manera de celebrar. En el Medio Vinalopó, uno de esos sabores inseparables de la Navidad es el de Embutidos Espinosa, una empresa familiar de Pinoso que lleva décadas ligada a la vida cotidiana y festiva de la comarca.
Su historia comienza en los años cincuenta, cuando Antonio Gómez, conocido como “El Jumillano”, empezó a elaborar embutido para los trabajadores del campo desde una pequeña carnicería en El Rodriguillo. Aquella iniciativa, marcada por el esfuerzo y el conocimiento del oficio, sentó las bases de una forma de trabajar que hoy sigue vigente.
Con el paso del tiempo, el negocio fue creciendo sin perder su esencia. La segunda generación asumió el relevo manteniendo intactas las recetas tradicionales y el carácter artesanal que han convertido a Embutidos Espinosa en un nombre de confianza. Un proyecto que ha sabido evolucionar, incorporando mejoras técnicas y de control de calidad, pero siempre respetando el sabor de siempre.
Sabor de siempre, calidad garantizada
En Embutidos Espinosa, la elaboración artesanal va de la mano de la seguridad alimentaria. La selección cuidadosa de materias primas porcinas y el control de todo el proceso productivo se reflejan en la obtención del certificado ISO 22000, una garantía que respalda la calidad de unos productos pensados para disfrutarse con tranquilidad, especialmente en fechas tan señaladas.
La longaniza seca, protagonista de las fiestas
Entre todos los embutidos que salen de sus obradores, la longaniza seca se ha convertido en un referente. Reconocida con el sello de marca de calidad de la Comunitat Valenciana, este producto mantiene viva la receta original de la casa y ocupa un lugar destacado en aperitivos, comidas familiares y celebraciones navideñas.
En estas fechas, Embutidos Espinosa representa algo más que un alimento: es el reflejo de una manera de entender la tradición, el trabajo bien hecho y el vínculo con la tierra. Un sabor que acompaña las fiestas y que sigue pasando de generación en generación, como parte inseparable de la Navidad en Pinoso y su entorno.
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