Dos personas detenidas por estafa, falsedad documental y apropiación indebida en una operación con más de 400.000 euros defraudados
Alicante se ha convertido en el foco de una importante operación policial tras la desarticulación de una trama delictiva especializada en la apropiación indebida de vehículos de alta gama. Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la Operación Iris Business II, han detenido en la provincia a dos personas —un hombre de 46 años y una mujer de 50— acusadas de apropiación indebida, falsedad documental y estafa.
El principal investigado, con base en Alicante, contactaba con diferentes empresas del sector automovilístico, presentándose como intermediario en la venta de coches de lujo. Sin embargo, una vez que conseguía cerrar las operaciones, se apropiaba tanto de los vehículos como del dinero obtenido de las ventas, sin entregar a los propietarios las cantidades acordadas.
El perjuicio económico supera los 400.000 euros, según fuentes policiales.
Las pesquisas comenzaron tras la denuncia de un empresario de Málaga, dedicado a la compra y venta de automóviles, quien alertó de las irregularidades cometidas por el gerente de otra empresa con sede en Alicante. Según su declaración, uno de los vehículos de lujo alquilados al investigado no fue devuelto al finalizar el contrato. Posteriormente, una tercera persona se puso en contacto con el denunciante para solicitar la documentación del coche, alegando haberlo comprado legalmente al acusado.
Los agentes descubrieron que no se trataba de un caso aislado: el empresario alicantino había realizado operaciones similares con otros vehículos, falsificando documentos de compraventa y transfiriendo coches a nombre de terceros sin el conocimiento de sus verdaderos propietarios.
El modus operandi del detenido seguía siempre el mismo patrón. A través de sus empresas en Alicante, ofrecía sus servicios como mediador en la compraventa de vehículos de alta gama, asegurando una comisión por la gestión. Una vez tenía los coches bajo su control, los vendía a particulares y se quedaba con el dinero, sin informar a los legítimos propietarios ni cumplir con los contratos de comisión previamente firmados.
Esta práctica generó una red de afectados: empresas que perdieron sus vehículos, compradores que pagaron por coches que no les pertenecían y un entramado de estafas cruzadas en torno a los mismos automóviles.
Durante la fase final del operativo, la Policía Nacional detuvo al principal sospechoso y a una mujer que actuaba como testaferro, ambos residentes en la provincia de Alicante. Se les atribuyen ocho delitos de apropiación indebida, doce de estafa y nueve de falsedad documental, todos relacionados con una veintena de vehículos de alta gama.
Tras la instrucción de las diligencias policiales, los detenidos fueron puestos a disposición de los juzgados de instrucción de guardia de Alicante, donde continuarán las investigaciones para esclarecer el alcance total de la red y localizar a todos los perjudicados.



