Los alcaldes de Monóvar, Novelda y Beneixama, del PP, reivindicaron ayer en la comisión especial de las Cortes para el estudio de la sequía la necesidad de un Júcar-Vinalopó con agua de calidad para garantizar el desarrollo de las comarcas del Vinalopó y coincidieron en solicitar la toma en Cortes.
El alcalde de Monóvar, Salvador Poveda, destacó las potencialidades turísticas de su población y subrayó que «necesitamos exactamente la misma agua que un turista alemán que viene a Torrevieja o un belga que venga a Altea».
El alcalde de Novelda, José Rafael Sáez, calificó de decisión «dictatorial» el cambio del trazado y denunció los «presuntos chantajes» que sufren «regantes y usuarios para que aprueben los postulados de Aguas del Júcar».
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Francisco Santiago, director del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, dijo que si la falta de agua en Benidorm a finales de los 70 se hubiera combatido con la desalación no se hubieran desarrollado igual las comarcas del interior, fraccionándose el territorio».
Por otro lado, la Comisión Europea comunicó el viernes oficialmente a Aguas del Júcar y a la Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó -las dos entidades que deben desarrollar el proyecto y que desde hace un año no mantienen ningún de contacto oficial- que la ampliación de la subvención económica -40 millones de euros- al proyecto peligra debido a que apenas queda tiempo para que entre en la programación de los fondos estructurales. La misiva firmada por Georgios Peroulakis, alto cargo de la Dirección de Política Regional, llegaba tras las diferentes interpretaciones hechas por los usuarios y el PSOE tras la reunión celebrada la semana pasada en Bruselas entre la Junta Central y los técnicos de la CE encargados de decidir si se concede financiación al trasvase Júcar-Vinalopó que tomará el agua en Cullera.


