Elda volvió a vivir este domingo la tradicional romería de San Crispín y San Crispiniano, que descendieron desde su ermita hasta el centro de la ciudad. El acto recuperó la normalidad tras la pandemia, aunque, por segundo año consecutivo, la imagen concluyó su recorrido en la iglesia de Santa Ana, donde permanecerá durante las Fallas, previstas del 25 al 28 de septiembre.
La jornada festiva comenzó a las diez de la mañana con la llegada de las comisiones al parque de San Crispín. Allí se desarrollaron actividades de convivencia como partidas de parchís y petanca para los mayores, mientras los más pequeños disfrutaron de juegos infantiles. Tras un almuerzo, se celebró la misa de campaña en la recién renovada ermita de los santos.
Por la tarde dio inicio el traslado de la imagen en romería. Cada comisión tuvo ocasión de portarla, y como novedad, se produjo un saludo simbólico entre las mayordomías de San Antón y de San Crispín y San Crispiniano.
La comitiva concluyó en la parroquia de Santa Ana, donde se encuentran los patronos de la ciudad, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. La entrada del patrón fallero coincidió con el final del novenario de las Fiestas Mayores.
Las Falleras Mayores de Elda, sus Damas de Honor y las representantes de las distintas comisiones llevaron a hombros la imagen de San Crispín, acompañadas por las Falleras Mayores Infantiles, en un gesto que subrayó la importancia del santo dentro de las fiestas locales.



