Petrer llevó a cabo un homenaje a uno de sus vecinos más queridos, el expárroco de la iglesia San Bartolomé, Antonio Rocamora Sánchez, nombrándolo Hijo Adoptivo de la localidad. Una forma de reconocer su trabajo por el municipio así como valorar su altruismo, labor social y el talante humano que ha demostrado desde que llegó al municipio en 1992.
Rocamora ha sido definido como una persona inquieta y trabajadora, amable, altruista y cercana, cualidades que supo transmitir al pueblo en todos los proyectos que se propuso hasta hacerlos realidad.


