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Villena

Artículo de opinión. Ernesto Pardo. Quisiera saber porque

Quisiera saber porque me duele seguir escribiendo, decía, J.P. Eliot.-

Quisiera saber porque resulta tan difícil opinar. Quisiera saber, sencilla y llanamente, porque es tan raro, en este mundo que vivimos, tener un modo de pensar distinto al de nuestros gobernantes, más próximos.
Con estos razonamientos martilleando, constantemente, en mi intelecto para tratar de ser imparcial, en mis conclusiones, quiero hablar de ciertos actos de mi pueblo que, aun dando esplendor quedan, bastante lejos de lo que podía ser un verdadero espectáculo o una grandiosa ceremonia por culpa siempre del mismo personaje.

Los conceptos ceremonia y fiesta son tan amplios y pueden ser tratados, o analizados desde ángulos tan dispares que casi todas las conclusiones pueden ser validas para unos y nulas para otros. Por ello haré la exposición, de mi punto de vista, desde la panorámica más amplia posible a fin de conseguir el mayor consenso entre los amantes de las formas y del protocolo.

Comenzaré, por el Pregón que, para mí y creo que para casi todos, es el pistoletazo de salida de cuestas Fiestas de Moros y Cristianos, y comenzaré diciendo que estuvo carente de solemnidad y muy poco majestuoso por parte de la primera autoridad que para nada, con su pobre indumentaria, engrandeció el acto inicial de nuestra fiestas. Un pregonero o pregonera, sea cual fuere el contenido de su pregón, precisa, porque el acto lo requiere, que quien realiza la introducción esté a la altura tanto en léxico como en indumentaria para este acto. Y en esto, de nuevo, el Sr. Esquembre, nos dio una lección de desconocimiento total de lo que es protocolo, como así también quedó patente la ineptitud de la persona, liberada, encargada de estos menesteres.

No es la primera vez que critico este modo de proceder, pero parece ser que las llamadas de atención “caen en saco roto” porque sigue dando la misma pobre imagen en todos y cada uno de los actos que preside y yo insisto en mi petición, toda vez que no lo hace el departamento de protocolo: Cuando sea Patxi como le llaman sus allegados que se comporte como es o quiera, pero cuando me este representando como Alcalde de Villena en cualquier acto cívico o religioso tengo la obligación moral, el deber y el derecho de exigir como ciudadano que tal representación se realice con el debido respeto y solemnidad y de acuerdo con el protocolo al efecto establecido, como lo han hecho todos sus antecesores.

La importancia y solemnidad de los actos no los mide ni el Alcalde ni el equipo que pueda tener de protocolo, sino por el contrario son los propios actos los que conllevan, tradicionalmente, una serie de requisitos que perpetúan en el tiempo por respeto.

Por muy “progre” que se pretenda aparentar ser y por más muestras de ciclismo que se muestren, nunca debemos mezclar “churras con merinas” porque se quiera o no Patxi es Patxi, con sus amistades, gustos, ideas y modo de desenvolverse, eterno seguidor indumentario de Machado, pero no debe olvidar, por ningún concepto que públicamente aceptó el cargo de Alcalde, no recuerdo si jurando a prometiendo, y eso lleva consigo unas obligaciones protocolarias que no puede “saltarse a la torera” aunque ya nos tiene acostumbrados. Hasta la fecha en todos los actos representativos a los que ha asistido el Sr. Esquembre ha sido el foco de atención, por su indumentaria, si es lo que pretendía lo consiguió, pero también ha conseguido ser sobre el que más mofas y vejaciones se han realizados.

A lo que insto a esta persona es solamente a que realice sus funciones como Alcalde como el protocolo indica y como tradicionalmente se ha venido haciendo sin detrimento alguno de lo establecido. ¡ No es tan difícil !

Ernesto Pardo.


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