Hoy ponemos el foco en la figura de Luis Murillo Coloma, un hombre cuya vida y oficio han estado siempre ligados al arte, la precisión y la memoria colectiva.
En una conversación cercana y llena de matices, Luis nos abrió las puertas de su trayectoria, marcada principalmente por su dedicación como joyero, platero y relojero. Su labor artesana brilló especialmente durante las décadas de los 70 y 80, cuando introdujo técnicas innovadoras de diseño y grabado que lo distinguieron dentro y fuera de Villena.
Con cierta nostalgia, recordaba aquellos encargos que lo llevaron a trabajar en distintos puntos de España, y el afecto recibido de sus clientes, piezas y recuerdos que hoy conserva con cariño su hijo David.
Más allá del taller, su compromiso con la ciudad fue inquebrantable: desde el control de los relojes de las torres de Villena, hasta la elaboración de películas de fiestas que hoy constituyen un valioso testimonio histórico. Su vinculación con las Fiestas de Villena forma parte de una vida entregada a su pueblo.
Dentro de su extenso currículum, sobresale el premio “El Tito”, recibido en 1981, un reconocimiento que simboliza el respeto y admiración hacia su trayectoria.
Hoy, ofrecemos el testimonio de Luis Murillo Coloma, un hombre que, con su trabajo y dedicación, nos ha marcado el paso del tiempo.


