Cuando por falta de posibilidades los problemas no se resuelven no queda más que la resignación y la esperanza. Pero cuando se paraliza el buen funcionamiento de las cosas por incompetencia, negligencia y abandono, de quienes nos gobiernan, la credibilidad se anula y la aptitud empieza a estar en tela de juicio.
Quizás algunos discrepen del planteamiento en cuanto a las responsabilidades, están en su derecho, pero lo que debe quedar claro es que la ineptitud de unos no debe dañar la eficiencia de otros.
Levantar el tejido industrial de un pueblo es tarea ardua, cuando las condiciones no son propicias, y se agudiza, la problemática, cuando quienes son responsables, de dar soluciones, no hacen más que servir de freno al progreso. Es incomprensible, casi demencial que, quienes dicen que nos gobiernan, conociendo el problema que podría plantearse al carecer de la máxima autoridad financiera, en el Ayuntamiento no buscaran solución meses antes.
No me valen las urgencias de ultima hora ni las argucias y pretextos, diciendo que estamos buscando soluciones y no me valen porque ya es tarde y el problema ya está creado, me imagino que por desconocimiento o por falta de asesoramiento, ¿aunque no será por falta de asesores? Una vez más señores del Ayuntamiento vuelven a dar muestras de ser inoperantes retóricos, dados a la palabra bien sonante y rebuscada de aparente formato moderno pero de nula acción real y de descuido continuo.
La gota que colma el vaso es el caso de la Intervención Municipal que califica al equipo de gobierno, a sus asesores y personal liberado de negligentes. Y no es una afirmación gratuita, pues de todos es sabido que no ha sido por falta de tiempo sino por imprevisión, abandono y desorganización.
Como resultado de esta mala gestión muchos industriales no pueden cobrar sus facturas y con este proceder flaco favor se les está haciendo, pues día que pasa es un día más sin liquidez y en los momentos que estamos, viviendo, para algunos puede que suponga, incluso, el cierre. Los periódicos locales lo calificaron, en primera pagina de CAOS y la verdad es que la situación no es nada ejemplarizante. Tampoco es nada ejemplarizante la actuación en los Plenos de nuestra primera autoridad, permitiendo, al público asistente, comentarios, abucheos y actuaciones ilegales, hacia componentes del Pleno y haciendo el mismo correcciones nada afortunadas sobre la cordura de un miembro de la oposición (por fortuna existe grabación de este hecho y nadie podrá decir que miento). ¿Que nombre tiene este modo de actuar? Recuerdo aquel refran que decía otros vendrán que buenos nos haran.
Por el bien de la institución tómense las medidas oportunas para la total normalización de los Plenos pues con las pancartas de apoyo hacia algunos y las descalificaciones y continuos comentarios, en voz alta, hacia otros, de ciudadanos asistentes, flaco favor se le hace a este Acto.
Ernesto Pardo