Cuando un representante municipal, como es Pablo Juan Martinez, Concejal de Juventud, sale al paso de criticas que sobre el evento de los hinchables de la Plaza de Toros en Navidad, se han vertido y ofrece una serie de datos dando como satisfactoria su gestión, debe estar preparado para oír y ver la otra cara de la opinión pública o lo que es lo mismo contemplar como las cañas se vuelven lanzas.
Califica, con bastante énfasis, como éxito, que una Plaza de Toros, cubierta, con una instalación de atracciones infantiles, reciba durante 16 días, la visita de 13 a 16 niños por hora en jornada de 6 a 7 horas de duración. ¿Esto es un éxito de asistencia para una ciudad con una población infantil como Villena?
Con referencia al tema económico da una recaudación de 7.500 euros, que son los 1.500 niños a 5 euros, dado que el acompañante adulto no pagaba. Resultando una recaudación a la hora de entre 65 y 80 euros. Si tenemos en cuenta que trabajaban 12 monitores, aunque a tiempo parcial ¿es esto un éxito?
¿Cuanto cobraron los monitores? Imaginemos, a grueso modo, si el tiempo parcial fue de 3 horas diarias por monitor y jornada, cada uno de ellos trabajó 48 horas y entre los 12 un total 576 horas. Si valoramos la hora a 3 euros cada monitor habría cobrado en 16 días 144 euros. Puede seguir haciéndose un calculo comparativo de más o menos horas de trabajo, pero siempre la rentabilidad del instalador de los juegos es casi deficitaria e irrisorios los emolumentos de los monitores ¿sigue siendo esto un éxito?
A los comerciantes de cercanías no es preciso preguntarles la incidencia que el evento pudo tener en sus ventas durante los días de duración, dado que ni la afluencia fue masiva, ni el tipo de asistentes a la Plaza era el idóneo para realizar compras que supusieran una gran variación para la caja diaria. Unido a que el personal infantil podía satisfacer sus necesidades, dentro del recinto. Seguramente este negocio pudo ser el único que obtuvo rentabilidad durante los 16 días de duración.
Los gastos municipales, pues Aza Instalaciones, no pagó por el uso de la Plaza de Toros, por organizarlo el consistorio según Pablo Juan, declara que a falta de ultimar los cálculos rondarán los 2.000 euros, más luz y mantenimiento de la Plaza durante los días que estuvo abierta, desconocemos por estos conceptos que cantidades se reflejaran, y si puede incluso existir alguna sorpresa, pero esperamos que den los gastos totales, aunque como en todos los asuntos el pueblo nos quedaremos sin saber el montante real. Tengo la certeza que con esta comparecencia debemos darnos por satisfechos.¿Tengo o no razón?
El edil omite el desastre que supuso para los asistentes, niños y mayores, el instalar los aparatos directamente en la arena, donde se organizaban unas polvaredas imposibles de aguantar, hasta el punto de tener en varias ocasiones, diarias, que abrir las partes móviles de la techumbre para hacer respirable la situación. ¿Fue esto otro éxito?
Parece ser que de nuevo no se ha sabido gestionar y se ha ido al camino más fácil. Este camino es que lleven otros el mareo. Nosotros les dejamos la Plaza de Toros y como dicen en mi pueblo Allá ellos.
Este proceder que, hasta el momento, es el que sigue el Ayuntamiento, en todo cuanto organiza, y por tanto también este concejal es siempre deficitario y hace que las instalaciones no sean rentables, aún cuando podían serlo, como demostrado quedó en otro tiempo. Ahora bien hace más llevadera la legislatura porque todo queda en manos de terceros, carreras pedestres, desfiles, atracciones, estudios etc. De esta manera incluso a alguno de los eventos no es necesario ni hacer acto de presencia.
Cuando un representante municipal se conforma solamente con generar una alternativa de ocio, dejando en manos de terceros el resto del entramado y toda la responsabilidad, flaco favor le esta haciendo al pueblo. Se podía hacer mucho más y además con rendimiento económico, simplemente gestionando bien y estando al tanto de todos los detalles, que es precisamente lo que no hace este concejal, ni tampoco nuestro Ayuntamiento.
Ernesto Pardo.


