La noche del 28 de Octubre del 2010, desde ahora, figurará en los anales de la historia como la fecha de la mayor denigración, de la maxima institución municipal, por parte de determinados concejales,
Representantes del Grupo Municipal No Adscrito protagonizaron, de forma inconcebible, el espectaculo más deprimente que hacerse pueda contra la democracia, contra los organismos y contra las personas de representación popular.
Nadie debe considerarse por encima de la Ley, como lo hizo la representante no adscrita, que no deja de ser una ciudadana más, con los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro, que en un Pleno debe hacer uso de la palabra cuando le corresponde, no cuando más por razones de guión que de interes le pueda apetecer.
La definición exacta de la acción llevada a cabo por la representante del Grupo No Adscrito, solamente tiene un nombre asalto a la democracia. Y hemos de ser conscientes que desde el momento que somos capaces de saltar las barreras de lo politicamente correcto, estamos siendo autores de un delito contra el pueblo, al atacar de forma retadora y desafiante a su maxima representación, que es la Alcaldesa, en el mayor marco representativo que es el Pleno Municipal.
La falta de respeto a las personas y las instituciones no da validez a nuestras actuaciones, sino por el contrario las califica y situa en el lugar que le corresponde. Aún en el caso de que nos asista la razón, que no es el que nos ocupa, nuestra improcedente actuación queda invalidada por el procedimiento utilizado que no es la más fiel representación de lo que en derecho es libertad, obediencia o justicia.
Aquellos que se presentan como Quijotes de los asuntos municipales, debían, antes de la representación, que eso es para ellos un Pleno, aprenderse los papeles y no caer en la improvisación o en la creación de situaciones no estudiadas que los llevan a desenlaces imprevistos de los que sale maltrecho su personaje.
Como remate un simil, incluso en los campos de futbol, o en cualquier otro deporte, el arbitro es la maxima autoridad y se le obecede en todas sus decisiones, nos parezcan justas o no.
¿ Concejales No Adscritos quieren decirme que reglas de obediencia siguen ustedes? ¿Creen que su rebelde comportamiento les dá mas la razón? ¡No! al contrario una cosa es hablar con rebozo y otra muy distinta la carencia total de modales, urbanidad o cortesia.
Lo lamentable de las actuaciones de las que fuimos testigos la noche del 28 de Octubre del 2010 es que al ser descritas por unos y otros de forma más o menos partidista se desvirtua la esencia del hecho en sí y solo queda, creen algunos que lo practican, el eco descalificador de aquellos que creen que por elevar la voz la razón les asiste.
Conclusión: actuaciones de este tipo devaluan las instituciones, quitan credibilidad a quien los provoca y el concepto de lo que es politica queda relegado por algunos, por suerte los menos, a un lugar tan secundario, que olvidamos su verdadero significado. La actuación de la representante del Grupo No Adscrito, que espero sea irrepetible, merece la mayor descalificación por haber cometido una infracción de las reglas que fundamentan las instituciones.
Ernesto Pardo