El abandono, de la mayor parte, de los proyectos en marcha o recientemente finalizados, por falta de planteamientos integrales de financiación y productividad, es la muestra inequivoca del constante uso del tropo, por nuestros politicos municipales, para aparentar tomar algunas macrosoluciones. Esto los hace caer en una sinécdoque constante que perjudica a todos los ciudadanos, en el día a día y en la resolución de los problemas más simples, por no saber establecer una verdadera disonancía entre lo programado, y por tanto prometido, y lo posteriormente acordado, con terceros, para obtener un rédito no concedido a las partes, pero sí por Ley, alcanzable por el todo. Esta es la situación que lleva a entronizar a ciertos personajes a los que no corresponde tal investidura.
Si hacemos abstracción con ciertos politicos, de nuestro Consistorio,
la conclusión es inmerecida de verdad, pues, unos ayer y otros hoy, circunvalan el precipicio político, como funambulos circenses sin red alguna. Permitiendoseles, en algunos casos, incluso, tener en sus manos la balanza que marca el limite de lo legal. Esto al pueblo llano no le parece normal. ¿Tendrá explicación correcta esta situación?.
Utilizando la jerga política, cabe decir que ultimamente el Equipo de Gobierno, no toma las decisiones acertadas, porque a nadie se nos escapa que defender hoy una propuesta, siendo su fiel abanderado y mañana lo contrario, por intereses de acuerdo tripartito, más parece un jolgorio o mofa que el proceder correcto, y meditado, de quien se dice representante del pueblo.
Por otro lado pretender, por parte del Alcalde, Sr. Esquembre, silenciar una moción, presentada en tiempo y forma por quienes representan casi al cincuenta por cien los votantes, no es en si la aplicación del procedimiento más democratico por quien alardeó de trasparencia, honestidad y justa aplicación de la Ley. Cuando la vara de medir no es la misma, ni se utiliza el mismo criterio, para juzgar, se convierte uno en victima de sus propios acuerdos. Y ante la espada de Damocles que pende sobre su cabeza se vé obligado, por sus pactos anteriores, a proceder de forma criticable y a incumplir lo que publicamente prometió.
Esto hace, nuestra primera autoridad, que en situación similar, pero a la inversa, colaboró con quienes, por el mismo sistema que por usado debía crear jurisprudencia, pedian la dimisión de ediles municipales del PP, entonces equipo de gobierno. ¿Donde radica la diferencia y por tanto la sinrazón de este procedimiento?. Si son mayoria para la votación en Pleno ¿porqué no se admite a tramite?.Esta es la pregunta, y al mismo tiempo la duda.
Al desconocerse la respuesta, quedan en el aire cientos de cabalas de indole diversa, todas ellas valederas, y que ciertamente ninguna aplaude la negativa de aceptar la moción, debidamente presentada, para ser debatida. El oscurantismo perpetrado alrededor de este tema, por parte de quienes corresponde aclararlo, solamente lleva a pensar que el tramite del expediente, en cuestión, no siguió los cauces normales y por tanto pueden existir indicios de ilegalidad.
La voragine, politicamente, es tal que se confunde, por parte del Equipo de Gobierno, la realidad del momento, con un planteamiento interesado y se pretende convertir un hecho acaecido, en una fantasia imaginaria, cuyo fundamento solamente está en la mente, calenturienta, de los enemigos de nuestros mandatarios actuales. Es decir que se quiere convertir la realidad en un producto imaginario que carece de posibilidad de debate.
Tratar de silenciar las razones del projimo no dan credibilidad a nuestros planteamientos, sino al contrario refuerzan la opinion de quienes por cauce legal pretenden que la verdad aflore sea cual sea su resultado.
Por todo ello quien esto escribe, siguiendo el sentir de cientos de villenenses, solicita se admita a tramite la moción presentada sobre el caso Richart, por el PP, y que la misma pueda ser debatida en Pleno Municipal. Es un derecho que creo merece el ciudadano y una muestra de verdadero talante democratico.
Ernesto Pardo


