Quince días antes de la fiestas de Moros y Cristianos mi hijo Pedro de 4 años de edad
me dijo varias veces durante varios días que quería salir conmigo en fiestas tocando los platillos o el tambor, yo le dije que no podía ser porque era muy pequeño todavía y que algún día si estudiaba solfeo saldría en la Sociedad Musical.
Marina, mi mujer, viendo que Pedro insistía una y otra vez se percató de aquella conversación y sin decirme nada hizo las gestiones hablando con Rafa (presidente) Damián (director) y Luis (ajustador) para que mi hijo Pedro pudiera salir a mi lado el día 5 en la Fiesta del Pasodoble. La respuesta fue afirmativa, después habló con Jerónimo para que le consiguiera un escudo para la camisa, buscó una corbata unos pantalones azules y unos zapatos, pero cuando lo tenía todo preparado surgió un pequeño problema. Pocos días antes de fiestas la directiva estimaba oportuno salir con el uniforme de invierno en dicho desfile y entonces le faltaba la chaqueta y sin esa prenda mi hijo no podía salir, entonces tuvo que comprar una chaqueta azul y conseguir otro escudo puesto que el anterior ya estaba cosido a la camisa. Pocos días antes mi mujer me preguntaba si iba a ver con ellos parte del desfile y yo le dije que no que me gustaba ver a las bandas de música salir desde la plaza de Santiago. Y llegó el día 5 de septiembre yo me subí sobre las 12 a escuchar el pregón y a ver la bandas de música cuando estaba saliendo la banda de los marruecos oigo PAPA y cuando me volví era mi hijo vestido de músico y con sus platillos azules, me llevé una grata sorpresa yo pensaba en un primer momento que no podía salir puesto que yo no había pedido permiso a nadie y me quede un poco extrañado pero mi mujer me comentó que ya estaba todo arreglado y que había hablado con las personas que antes he citado en este artículo. Empezamos a tocar el pasodoble REMIGIET y me iba emocionado cada vez más según iba transcurriendo el desfile el público que lo estaba presenciando le llamaba la atención ver a un niño tan pequeño tocando los platillos. Había veces que incluso llevaba el paso y tocaba alguna nota en su sitio. Nunca olvidaré el 5 de septiembre de 2.006. En la retransmisión de la tv intercomarcal me nombraron y dijeron que posiblemente fuera mi hijo.
Por la tarde en la entrada esta misma cadena me hizo una entrevista para confirmar si era o no mi hijo el que desfilaba conmigo. El día 6 en la cabalgata también desfiló a mi lado con la comparsa de cristianos. Conforme iban pasando los días muchos conocidos y no tan conocidos me decían que lo habían visto desfilar. Fue un día inolvidable para mí y me imagino como será si algún día en el futuro sea músico como yo.
Desde estas páginas quisiera agradecer a mi mujer y mandarle un beso muy fuerte por todo lo que ha hecho para que mi hijo desfilara conmigo así como a Damián, Rafa, Luis y Jerónimo les mando un fuerte abrazo por hacer que esto haya sido posible.
MANUEL FRANCES NAVARRO
Cronista de la Sociedad Musical


