En mi ultimo articulo terminaba diciendo Tu opinión como juicio me interesa, pero si piensas, simplemente, ultrajar desiste, si desiste, desde este momento para mi no existes.
Debe quedar bien claro que de quienes no quiero saber nada es de aquellos que solo escriben ofendiendo a la persona, los demás merecen todos mis respetos.
Algunos foristas me acusan de decir las cosas en un lenguaje enrevesado, dicen que debo ser directo, ir al tema sin rodeos, confiesan también que, a veces, no me entienden y declaran incluso que dejaran de leerme y la verdad que lo siento porque no es esa mi intención, sino todo lo contrario, porque quiero que me lean compartan o no mis opiniones.
A partir de hoy trataré, al máximo, de corregirme pero hemos de reconocer que de ese modo estaré, como muchos otros, contribuyendo a que en el idioma español se pierda el uso de vocablos de excelente definición.
Sabemos que los tiempos cambian y las nuevas tecnologías en comunicaciones reducen, al máximo, el vocabulario y sus contenidos se expresan con un formato nuevo que no califico de peor ni mejor, pero que su uso es la causa de que se pierda el bien hacer en escritura. Se mezclan signos matemáticos con abreviaturas, se eliminan vocales y convertimos el arte de la escritura, para algunos trasnochado y fuera de lugar, en un galimatías que más parece un planteamiento algebraico que un escrito.
Reconozco que debemos aceptar lo nuevo pero sin olvidar aquello que son nuestras raíces y que está fuertemente ligado a nuestra forma de expresarnos, no por aceptar lo nuevo debemos despojarnos de todo aquello que nos ha identificado.
Debemos entre todos fomentar nuestro idioma que tanta gloria ha dado y por el que hemos sido reconocidos gracias a la pluma de cientos de españoles que se sintieron orgullosos de utilizarlo.
Espero haber aclarado mi posición y si algún fleco quedase para dejarla definida con gusto haré las aclaraciones oportuna.
Quienes de verdad me conocen saben que siempre me he alejado de la ofensa personal y que también siempre he defendido mis ideales a todos los niveles. Pero también es cierto que en cuantas ocasiones me ha precisado mi pueblo, fuera cual fuera quien gobernara, ha tenido a su disposición mi humilde persona.
Ernesto Pardo


