CANFALI EL SEMANAL
Manuel Litrán
Alfonso García Pujalte obtuvo el cargo de alguacil-ordenanza hace un mes, reforzando así el servicio de seguridad del municipio. Su cometido es ayudar al ciudadano en tareas de información y prevención para que el funcionamiento de la localidad discurra con la mayor normalidad posible. Desde su nombramiento, Alfonso asegura que no se ha encontrado con graves percances, y subraya la cálida acogida por parte de todos los vecinos de Algueña.
El nuevo alguacil-ordenanza realiza su función por las tardes y trabaja junto a su compañera en los eventos importantes que tienen lugar, sobre todo en el periodo festivo o en actos más concurridos. Ante todo, Alfonso destaca la necesidad de hacer un reconocimiento a esta figura por tratarse de un agente de proximidad. La función que ejercen los alguaciles se basa en un trato cercano con el ciudadano, consiguiendo que los vecinos cumplan la ley a través del diálogo y evitando que se produzcan alteraciones del orden público.
Él es el encargado de alertar a vecinos y comerciantes de posibles problemas, así como de recibir los comunicados del servicio de emergencia. A su juicio, se trata de un cargo que en una gran ciudad no tendría cabida, ya que allí son necesarios policías especializados para actuar más rápidamente de acuerdo a sucesos de mayor envergadura a los que normalmente se podrían producir en una localidad como Algueña, donde la figura del alguacil-ordenanza es realmente útil.
La valoración de Alfonso García durante su primer mes es muy positiva, y destaca tanto la tranquilidad de la localidad, como la cercanía de su gente. Ante todo, subraya la función de sus antecesores, Antonio y Raimundo, personas que cuando se jubilaron fueron sustituidas por los actuales alguaciles.
Alfonso García refuerza el servicio de seguridad ciudadana
