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El PSOE de Aspe se apunta al agua de Cullera

El PSOE de Aspe se apunta al agua de Cullera

CANFALI EL SEMANAL
CG

Teatro Chapí de Villena. 14 de noviembre de 2002. A estas alturas a muy pocos les dirá algo esta fecha. Ese día desembarcaba el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, junto a varios de sus ministros para colocar la primera piedra del trasvase Júcar-Vinalopó desde Cortes de Pallás. Hasta 32 alcaldes de toda provincia acudieron a este acto y firmaron un manifiesto de apoyo al Plan Hidrológico Nacional y al trasvase. Prácticamente ninguno de los munícipes era socialista, salvo Miguel Iborra.
Los fotógrafos de toda la Comunidad Valenciana captaron el momento que marcó el evento: José María Aznar saludó con un afectuoso cachete en la cara al alcalde aspense. La imagen fue publicada en todos los periódicos valencianos. Miguel Iborra, hoy convertido en icono en la defensa del agua, hacía historia y pronunciaba palabras como estas: “Esfuerzo de todos y especialmente de los usuarios” o “el primer trasvase en democracia”. Por desgracia se equivocaba el desaparecido alcalde y puede que pagara un alto precio político por su presencia de apoyo explícito a la infraestructura.
Menos de cuatro años después, su sucesor, Roberto Iglesias, aprobaba en el pleno del 21 de julio con su mayoría absoluta solicitar a la empresa estatal Aguas del Júcar la reserva de un mínimo de 500.000 metros cúbicos de agua al año de Cullera. El primer edil iba un punto más lejos al atreverse a cuestionar la viabilidad del otrora anhelado trasvase, desde su punto de vista supeditado a la llegada de recursos del Ebro. Según él, la Comisión Europea advirtió en el momento en el que aprobó la concesión de una ayuda para la construcción de la infraestructura de la prohibición de aportar caudales del Ebro a la cuenca hidrográfica del Júcar. Con esta explicación trató de evidenciar por varias veces que se trataba de una obra inviable. Además, los socialistas recurrieron a argumentos para justificar su cambio de postura como un supuesto cambio de clima en la vertiente Mediterránea que ha mermado el caudal del río valenciano.
El debate entre PP y PSOE generó un vivo debate en el pleno aspense que fue seguido como si fuese un partido de fútbol. Abucheos y aplausos recibieron por igual los portavoces socialista y popular, Juan Manuel Padilla y Nieves Martínez respectivamente. El portavoz de Izquierda Unida, Antonio Puerto, no intervino. Su voto fue la abstención

AGUA DE BAJA CALIDAD

Los caudales solicitados servirán para el baldeo de calles, riego de jardines, fuentes ornamentales, polígonos industriales y servicios antiincendios. Estos recursos hídricos, que no han de superar los 1.200 microsiemens de conductividad, se pagarán a 0,20 euros por metro cúbico, lo que arroja una suma de 100.000 euros al año. Días atrás se aprobaba una propuesta idéntica en el Ayuntamiento de Villena, donde la moción recibía las oportunas bendiciones. El nuevo trasvase ya tiene dos usuarios y en el futuro inmediato secundarán la medida el resto de corporaciones socialistas del Vinalopó.
El alcalde, que para muchos con esta decisión ha abandonado la senda marcada por su antecesor, fue acusado por los populares de buscar “galones” en su partido y de presentar una propuesta “partidista” con la que llegarán al municipio recursos hídricos de “baja calidad” que a día de hoy se encuentran disponibles en la depuradora y que no se puede utilizar con un mayor rendimiento porque la localidad no dispone de un red separativa con las cañerías de agua potable. El Ayuntamiento se comprometió a construir estas tuberías para cuando llegue el agua de Cullera. Mientras tanto, los socialistas señalaron que su objetivo se limita a conseguir “agua para nuestro pueblo”.
Nieves Martínez, portavoz popular, destacó que con esta decisión el equipo de gobierno da un golpe de timón a la política hídrica que históricamente ha seguido el Ayuntamiento, en una nueva línea que “no mira por el bien del pueblo”. “Nos merecemos agua de calidad”, insistía la dirigente popular para acusar al equipo de gobierno de “no luchar por este pueblo y cambiar agua de calidad por agua deficiente para funciones que puede hacer la depuradora”. “Se conforman con poco: quieren traer agua para baldear calles”, reprochó. Además, el edil Juan Antonio Pérez Sala recordó al Ayuntamiento que pertenece a la Junta Central de Usuarios, por lo que no tiene potestad para arrogarse de motu propio la capacidad de convertirse en usuario final y reservarse el agua. Pérez Sala advirtió de que se podrían estar vulnerando lo acuerdos firmado con la Junta Central. “¿Qué repercusiones legales podría tener?”, se preguntó.
Roberto Iglesias, por su lado, puntualizó que al agua de la depuradora ya se le da uso para el riego de las zonas verdes “donde no hay goteo” mediante cisternas y también la aprovechan los regantes de la localidad. “Si nos quedamos el agua tendríamos que quitársela a los agricultores, que usan el cien por cien”, aseguró el primer edil. Al respecto de la posible comisión de una irregularidad por erigirse el Ayuntamiento como usuaria final del trasvase sin contar con el concurso de la Junta Central, apuntó que con la alternativa desde Cullera ésta es la “única posibilidad” dada por Aguas del Júcar para recibir recursos. “La Junta Central no puede repartir ni gota”, aseguró, puesto que el convenio de esta entidad con la empresa estatal “se rompió” y ahora “la autoridad de uso” la otorga la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). “Vamos a ser usuarios”, manifestó con convicción.

CONTRADICCIONES DEL PSOE

La portavoz del PP, Nieves Martínez, puso sobre la mesa las contradicciones que han cometido los socialistas alicantinos al defender hasta el verano pasado la alternativa de Cortes y haber cambiado repentinamente de opinión siguiendo dictados del Ministerio de Medio Ambiente. “El PSOE valenciano se ha conformado con todo: el l8 de julio de 2005 estaban brindando en Cortes y unas semanas después ya no valía el trasvase”, dijo en alusión a la presencia de alcaldes socialistas en un viaje de supervisión de las obras que se ejecutaban desde la cabecera del río entre cuyos invitados sobresalían Roberto Iglesias y la alcaldesa de Villena, Vicenta Tortosa.
Desde grupo conservador, en esta línea, abundaron en argumentos relativos a que el trazado desde Cortes está a mitad de ejecución, su alteración supone la ruptura del consenso con los usuarios además de un despilfarro de dinero, la obra gozaba de financiación de la Unión Europea, respeta el medio ambiente al disponer de informes favorables y supone un mayor ahorro energético a la hora de bombear el agua. Así, Martínez recordó los seis siglos que los alicantinos llevan reclamando las aguas del Júcar. Indicó que la decisión del pleno aspense vulnera el plan de cuenca, donde se establece que los usos han de ser para riego y abastecimiento humano; sin embargo, el nuevo trasvase no cumple esta prerrogativa al limitarse sus aplicaciones a un determinado número de especies vegetales que soportan la alta salinidad. Igualmente, la popular destacó la ausencia de informes técnicos y jurídicos que justifiquen la decisión de cambiar la toma o la nula información facilitada a la Unión Europea sobre la nueva infraestructura. Martínez, lejos de concebir cambios climáticos como causantes de la merma del caudal del Júcar, apuntó al meollo de la cuestión y exigió al Ayuntamiento que reclame al gobierno de Castilla-La Mancha la erradicación de la sobreexplotación de los acuíferos de la Mancha Oriental para que así los labradores valencianos puedan proceder a modernizar los regadíos de La Ribera sin resquemores ni agravios y se produzcan excedentes para el Vinalopó.
En el plano de los asuntos locales, la dirigente popular puso en entredicho el trato dado por el Ministerio de Medio a la localidad. Recordó que el plan de modernización de regadíos de Aspe ha estado paralizado desde el año 2003 hasta el otoño pasado en Madrid. Además, matizó que la concejalía de Agricultura, de dos y millones y medio de pesetas que tenía presupuestadas el año pasado, sólo ha gastado la mitad y no ha incluido para este ejercicio el aumento previsto del coste de la vida.

AGUA PARA NUESTRO PUEBLO

Desde el PSOE, Juan Manuel Padilla, explicó que esta medida permitirá aumentar la eficiencia hídrica del municipio. Padilla manifestó que la postura de los socialistas aspenses se limita y se simplifica en la premisa de que “venga agua a nuestro pueblo”. “No hemos variado en absoluto”, remarcó para puntualizar después que “el planteamiento sigue siendo defender que venga agua”. Por tanto, reclamó el apoyo al PP a esta petición al efecto de “sumar fuerzas”, dijo apelando al sentido de la “responsabilidad” del principal partido de la oposición. “Ustedes defienden sus intereses político, pero el Ayuntamiento solicitará cuantos caudales considere que puede tener derecho”, sentenció. Al tiempo, acusó al PP aspense de “cargarse” el consenso del municipio en el tema del agua al intentar en junio que el equipo de gobierno aprobara una declaración de apoyo al PHN y el trasvase del Ebro, “algo sin precedentes en este Ayuntamiento”, dado que, recordó, “a pesar de las alegaciones del PSOE al PHN mantuvimos la misma postura contra el criterio de nuestro partido”. “Ustedes venden humo”, aseguró para quejarse de que en el pleno anterior “querían que aprobáramos una moción en las que se insulta al presidente al decir que cedía al chantaje de ERC, cuando la derogación del Ebro era un compromiso electoral”.
El portavoz socialista recordó que los agricultores de La Ribera siempre han denunciado la falta de recursos del Júcar y han preferido la toma desde Cullera. Según datos del dirigente socialista, la toma desde Cortes se realizó con “cálculos erróneos” en los que no se han tenido en cuenta la disminución del caudal del río en el último cuarto de siglo merced a la existencia de un supuesto cambio climático en la vertiente Mediterránea que ha provocado un descenso de las precipitaciones. Dicho esto, aseguró que sólo hubieran llegado al Vinalopó unos aportes de 40 hectómetros cúbicos por año en lugar de los 80 previstos. “Y encima los regantes tenían que hipotecarse para pagar”, declaró para remarcar que se negaban a poner a disposición de los bancos los avales.
En cuanto a las críticas por la elevada salinidad del agua de Cullera y su calidad, expuso que el agua que se utiliza en Aspe presenta el doble de sal y la hora de riego resulta más cara. Además, comentó, la CHJ ya está realizando sueltas de aguas en los embalses del Júcar para mantener limpio el cauce del río en su desembocadura.
Al respecto de la sobreexplotación de los acuíferos en la Mancha Oriental, reconoció que son concesiones administrativas legales asignadas con una “mala gestión pública del agua”. Por tanto, significó la imposibilidad de actuar contra el proceder de esta comunidad autónoma. El portavoz socialista criticó la falta de inversiones de la Generalitat para la modernización de los regadíos de La Ribera y de igual forma censuró la escasez de dinero comprometido en mejorar las depuradoras a través de la entidad de saneamiento del Gobierno valenciano. Por el contrario, recalcó la voluntad del Gobierno de Madrid de llevar adelante el nuevo trasvase, puesto que las obras ya han sido adjudicadas y está desarrollando la modernización de los regadíos de Aspe.


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