Los días 6 y 7 de marzo Castalla vivirá unas jornadas de cultura, alegría y convivencia festera. Las calles y plazas, la ermita y los locales de las comparsas serán el escenario en el que festeros i festeras celebrarán que sólo falta medio año para que lleguen las fiestas de Moros y Cristianos.
El actual formato de la celebración se ha mantenido, con escasas variantes, desde 1995. Se inicia la tarde del viernes con el concierto de música festera que ofrece la Agrupación Musical Santa Cecilia. Este año, la formación castallense, dirigida por Juan Miguel Romero Llopis, contará con la aportación de varios miembros de la Colla de dolçainers i percussió El Sogall. El programa previsto se divide en dos partes con el siguiente contenido:
I
Casa de Rosas (PD) J. V. Egea Insa.
Picadilly Circus (MC) J. V. Egea Insa.
Espejismos (MM) P. J. Francés.
Masero i Boticari (PM) J. Alborch Miñana.
Al Primer Tro (MM) R. Mullor Grau.
II
Socarrats i Tramusers (PD) J. F. Ripoll Martins.
Haissam (MM) C. Pellicer.
Valls den Sarriá (MC) J. R. Pascual Vilaplana.
El Colze (MM) R. García Soler.
Tino Herrera (MC) A. Blanquer.
Himne de Festes J. M. Molina.
A la variedad y calidad de las piezas que se interpretarán en el concierto hay que sumar el valor añadido que representa la presencia de varios de los autores para asumir la batuta en la dirección de la banda. En el descanso del concierto tendrá lugar la presentación del Alcalde Fiestas, José Emilio Cerdà Parreño, y de los delegados de las comparsas, que le secundarán en la difícil tarea que tienen encomendada.
El sábado 7 de marzo, el programa oficial de actos se inicia por la tarde, pero a mediodía ya son muchas las escuadras que se reúnen para comer e incluso también varias comparsas celebran una comida en la que no falta la música, capaz de crear ese ambiente evocador, especial y distintivo que caracteriza a nuestras fiestas.
La recogida de Capitanes de sus domicilios o sedes a partir de las cinco de la tarde empieza a conformar las comitivas a las que se van añadiendo festeros y festeras al paso por cada una de las capitanías. Música y rencuentros festeros se dan la mano en estos momentos llenos de alegría. Para los nuevos capitanes se trata de un momento singular: no estamos aún en fiestas, pero este es el primer acto público en el que ostentan la representación de sus respectivas comparsas, y eso se nota.
La posterior subida a la ermita, donde se celebra Missa de Comparses a las 20 horas, llena el recorrido de una amalgama de festeros y festeras con ganas de diversión. Transcurrido el acto religioso, el descenso hacia la plaza Mayor se quiere hacer más pausado, pero es inútil. En la plaza, como es tradicional, se realiza segunda Ballada de Banderes que ejecutan los capitanes de cada ciclo Festero.
Al finalizar los actos oficiales las comparsas se dispersan, acompañadas por las charangas que amenizarán la cena. A partir de ahí cada uno prolongará la noche lo que dé de sí.
Un programa de actos corto, pero vivido con gran intensidad por un gran número de festeros y festeras que, cada año, incrementan su participación en esta conmemoración.
José María Espinosa Mira
