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Informatica

Hablemos sobre las criptomonedas

Hablemos sobre las criptomonedas… ¿qué son?… ¿para qué sirven?…

Bueno, vemos aquí dos partes unidas… cripto (escondido, oculto…) y monedas (eso mismo…)

Bien… lo de monedas nos suena, pero lo de oculto… veámoslo con esta analogía.

¿Recuerdas hace años cuando se puso de moda el banco del tiempo?… es decir… si yo, por ejemplo, soy fontanero y tú eres decoradora … en el caso de que yo necesite que alguien me haga un estudio de redecoración y tú necesites que alguien te arregle una fuga de agua… ¿por qué no ponernos de acuerdo y hacemos una cosa por la otra?… es decir, nos pagamos mutuamente con nuestras habilidades y… con nuestro tiempo.

Podríamos decir que “el tiempo” es nuestra moneda, con la que “pagamos” y compensamos nuestros “servicios”.
Todos contentos.. cada parte tiene lo que necesita y sin gastar dinero… usamos el tiempo como “moneda” de pago.

Bien… las criptomonedas no son muy diferentes en su concepto debido a que:
No existen como tales, no es algo físico (como el tiempo)
No hay una entidad que regule su valor (como el tiempo)

Vale, entonces…¿dónde está el problema?… pues, precisamente en que no existen físicamente (son monedas virtuales, inventadas…) y que nadie regula su valor… es decir… es especulación pura y dura basada en la oferta y demanda de las personas que quieren entrar en ese juego.

Ahora bien, no demonicemos el concepto… la idea en sí es buena, tan buena o mala como el banco del tiempo… pero, cuando esa “pequeña” utilidad se torna en:
Inversiones desmesuradas en adquirir esas monedas virtuales
Gente que va al banco a pedir préstamos para comprar criptomonedas para poder venderlas más caras al pasar unos días
Método de pago en ataques cibernéticos (el rescate, por ejemplo, del ransomware se paga en, por ejemplo, bitcoins…nada de dólares, euros, etc… ahora explicaremos por qué…)
Pago de transacciones de dudosa legalidad, blanqueo de dinero…etc, etc…

Vemos que la idea inicial ha degenerado en un monstruo… una lástima, la verdad, puesto que el concepto y las bases eran realmente buenas.

Los propietarios de las criptomonedas así como las transacciones que con ellas se hacen son anónimos; ¿cómo?, ¿es eso posible?… pues sí, pero no por las criptomonedas en sí, sino por el sistema en el que se basan las generaciones y transacciones de las
criptomonedas, lo que se conoce como cadena de bloques o blockchain (esto lo comentaremos otro día…)

Ello ha hecho que las criptomonedas hayan cogido mala fama en tanto que:

¿Son usadas para fines ilícitos amparándose en la privacidad que otorga la teconología en la que se sustentan?… pues, lamentablemente, sí.
¿Son usadas para especular?… pues, lamentablemente, sí.
¿Hay personas que se endeudan para comprar bitcoins y revenderlos?…pues, lamentablemente, sí.
¿Hay una autoridad que regule su valor?… pues, lamentablemente, no.

Bueno, no quiero que se entienda este pequeño artículo/reflexión como un ataque a las criptomonedas y a la tecnología sobre la que se sustentan… pero me he permitido el mostrar la otra cara de las criptomonedas, la menos glamurosa, por decirlo de algún modo.

¡ Hasta otro día !

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