El nuevo documento unifica la atención profesional en casos de muerte intrauterina desde la semana 22 de gestación
Incluye medidas de acompañamiento emocional y una caja de recuerdos para favorecer el proceso de duelo
Profesionales del área de Maternidad del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant, en colaboración con matronas de Atención Primaria, han elaborado un completo protocolo de atención al duelo perinatal con el objetivo de unificar criterios y ofrecer una respuesta coordinada, respetuosa y humana ante la muerte intrauterina.
El nuevo documento se ha presentado en un acto celebrado en el propio hospital, con la asistencia de más de medio centenar de profesionales interesados en conocer las nuevas pautas de atención basadas en la evidencia científica más actual.
Según ha explicado la matrona Noelia Ibáñez, una de las impulsoras del protocolo, “el objetivo es que todos los profesionales actuemos de forma unificada en caso de una muerte perinatal, independientemente del turno o del área en que trabajemos”. El protocolo se activa en casos de muerte intrauterina a partir de la semana 22 de gestación.
Aunque se trata de situaciones poco frecuentes, pues en el Departamento de Salud Alicante-Sant Joan d’Alacant se registran entre uno y tres casos al año, es fundamental contar con una atención especializada y sensible que garantice un acompañamiento integral a las familias por su alto impacto emocional
“La atención en estos casos debe contemplar tanto el aspecto clínico como el acompañamiento emocional. Aunque el bebé ha fallecido, lo más adecuado para la madre suele ser un parto vaginal, por lo que debemos estar a su lado con el máximo respeto y sensibilidad”, ha añadido Ibáñez.
Acompañamiento respetuoso
En la elaboración del protocolo han participado, junto a Noelia Ibáñez, la jefa del servicio de Obstetricia, Rosa Bermejo, y las matronas Giovana Mauricio, Celia Moreno y Teresa Martínez. El documento detalla paso a paso cómo actuar, siempre priorizando el bienestar y las decisiones de la madre y su familia.
Se garantiza que la mujer esté informada en todo momento y pueda estar acompañada por una persona de su elección durante todo el proceso. Dado que este tipo de parto suele requerir inducción y puede prolongarse, se refuerza la importancia de un entorno empático y seguro.
Además, se ofrece a las familias la posibilidad de decidir qué hacer con el cuerpo del bebé, si desean realizar una despedida o donarlo a la ciencia. “Nuestra experiencia nos dice que poder sostener al bebé y despedirse ayuda a iniciar el duelo y aceptar la realidad”, ha subrayado Ibáñez.
Gracias a la colaboración con la asociación ‘Mi pequeño ángel alado’, se entrega a las familias una caja de recuerdos, que incluye elementos como las huellas del bebé, sus pulseras identificativas, la pinza del cordón o una inicial con su nombre e incluso una carta de condolencia. “Es un recuerdo que las familias pueden guardar y abrir cuando se sientan preparadas emocionalmente”, han explicado desde el equipo.
Con frecuencia, las familias regresan tiempo después al paritorio para agradecer el acompañamiento recibido, un gesto que confirma la importancia de este tipo de atención centrada en la humanización del proceso.