Se llama Gema Escribano, es científica en genética humana, con la alerta sanitaria del coronavirus, ha aumentado el teletrabajo porque su implantación permite reducir las posibilidades de contagio en los centros de trabajo y los medios de transporte. Hoy es su primer día
Su actividad es hacer investigaciones, su herramienta de trabajo son los ordenadores y los libros de consultas, al margen de estar en su domicilio, el nivel de capacidad y concentración no lo pierde. A pesar de su juventud hay que adaptarse a lo que venga.
Preguntada sobre la situación del coronavirus, Gema, es prudente y hay que hacer caso al personal sanitario y seguir sus recomendaciones. Lo más importante leer fuentes fiables.
El teletrabajo, un experimento que quizás pueda poner en prueba a las empresas para ver el rendimiento de sus operarios. Lo cierto que es la mejor receta para que sus trabajadores no se contagien.