Carlos Alcaraz ha escrito una nueva página dorada en la historia del tenis al proclamarse campeón de Roland Garros por segundo año consecutivo, tras una final inolvidable ante el número uno del mundo, Jannik Sinner. El murciano, de 22 años, logró una remontada histórica tras perder los dos primeros sets y salvar tres bolas de partido, imponiéndose finalmente por 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3) y 7-6(10-2) en un duelo que se prolongó durante 5 horas y 29 minutos, convirtiéndose en la final más larga en la historia del torneo parisino.
Este triunfo no solo representa su quinto título de Grand Slam, sino que también consolida a Alcaraz como una de las figuras más destacadas del tenis mundial. Con esta victoria, se une a leyendas como Björn Borg y Rafael Nadal al alcanzar cinco ‘majors’ antes de los 23 años .
Detrás de este éxito se encuentra la Ferrero Tennis Academy de Villena, donde Alcaraz se ha formado desde los 15 años bajo la tutela de Juan Carlos Ferrero. La academia, que recientemente celebró su 30 aniversario, ha sido fundamental en el desarrollo del tenista, proporcionándole un entorno de alto rendimiento y apoyo constante .En reconocimiento a su trayectoria, la academia nombró su pista central como «Pista Carlos Alcaraz», un homenaje que refleja el orgullo de Villena por su campeón .
Este triunfo no solo consolida a Alcaraz como uno de los grandes del tenis actual, sino que también pone en valor el trabajo realizado en la academia de Villena, donde ha forjado su carrera desde temprana edad. La localidad alicantina, que ya le nombró ‘Hijo Adoptivo’, celebra con orgullo los éxitos de su ilustre deportista.
La victoria de Alcaraz ha sido celebrada con entusiasmo tanto en su localidad natal, El Palmar, como en Villena, donde continúa su preparación. Este logro reafirma el compromiso de la Ferrero Tennis Academy en la formación de talentos y posiciona a Villena como un referente en el mundo del tenis.
Con la mirada puesta en Wimbledon, Alcaraz continúa su camino hacia la cima del tenis mundial, llevando consigo el espíritu y la dedicación forjados en las pistas de Villena.
