El Ayuntamiento de Villena ha iniciado una actuación de emergencia para estabilizar un inmueble en estado ruinoso en la calle Puerta del Molino, con el fin de evitar su colapso y garantizar la seguridad en esta zona del casco histórico. La intervención, que se ejecuta de manera subsidiaria ante la inacción del propietario, supondrá un desembolso municipal estimado de 60.000 euros.
El concejal de Obras y Patrimonio, Javier Martínez, ha explicado que los trabajos contemplan el apuntalamiento de la fachada y la consolidación estructural interior mediante una base de bloques de piedra y un complejo sistema de andamiaje metálico. Esta estructura permitirá habilitar un paso peatonal seguro, aunque el tránsito de vehículos quedará prohibido de forma indefinida debido al volumen de los elementos instalados.
Un caso urbanístico enquistado
El edificio, que cuenta con una protección integral dentro del Plan Especial del Casco Histórico y solo puede destinarse a usos culturales o dotacionales, fue heredado recientemente por un particular. Durante años estuvo en manos de otra propietaria con quien se intentó cerrar un acuerdo durante la legislatura 2015–2019, sin éxito debido a su fallecimiento antes de formalizarse.
El nuevo titular registró el inmueble con un valor de 30.000 euros tras la herencia, pero ha solicitado una compensación por expropiación de más de 300.000 euros, una cifra que el consistorio considera excesiva dadas las limitaciones legales del edificio y su avanzado deterioro. Martínez ha sido tajante al respecto: “El Ayuntamiento tiene que velar por el interés público y no va a permitir especulaciones en un caso que está afectando negativamente a toda la ciudadanía”.
Además, ha advertido que si el andamiaje debe permanecer más de un año, se añadirán costes por alquiler, lo que incrementará aún más la inversión pública. Los técnicos municipales estudian qué elementos arquitectónicos pueden conservarse con vistas a una posible rehabilitación o integración futura en el patrimonio municipal.
Ajustes en la circulación del centro histórico
La obra coincide en el tiempo con actuaciones en la iglesia de Santiago, lo que ha obligado a cortar el tráfico en la plaza homónima. Esta circunstancia ha generado importantes problemas de acceso para vecinos con cocheras en las calles Párroco Azorín y Revueltas. Para paliarlo, el Ayuntamiento modificará la circulación en la zona: se habilitará el giro desde Puerta de Almansa hacia Ramón y Cajal y se instaurará un doble sentido provisional, mientras que se restringirá el giro desde Empedrada.
El Ayuntamiento confía en resolver la situación cuanto antes, aunque el futuro del inmueble sigue pendiente de negociación con el propietario, que podría desembocar en una expropiación.