Villena volvió a vivir ayer una noche cargada de emoción y recogimiento con la Estación de Penitencia de la Hermandad del Santísimo Cristo en su Primera Caída y María Santísima de la Amargura, que retomó su tradicional salida tras tres años sin poder hacerlo. Fundada en el año 2000, esta joven hermandad volvió a procesionar con fuerza, recuperando su lugar en la Semana Santa villenense con una imagen renovada y profundamente simbólica.
A las 21:00 horas, desde la Iglesia Arcedianal de Santiago, comenzó el recorrido que llevó a los cofrades por las principales calles del centro histórico: Plaza de Santiago, Ramón y Cajal, Joaquín María López, Corredera, Maestro Caravaca, Teniente Bernández Menor, para regresar de nuevo a la Plaza de Santiago y culminar en el templo arcedianal.
Este año, como novedad muy significativa, ambas imágenes titulares —el Cristo en su Primera Caída y la Virgen de la Amargura— salieron por primera vez en un mismo trono, ofreciendo una estampa sobrecogedora que fue recibida con respeto, silencio y devoción por parte del público congregado a lo largo del recorrido.
El regreso de la hermandad a las calles tras su obligado paréntesis fue vivido por los fieles como un símbolo de esperanza y continuidad. Una estación penitencial marcada por la solemnidad, el recogimiento y la emoción de quienes, con cirios en mano y miradas al cielo, acompañaron a las sagradas imágenes en su caminar bajo la noche villenense.