E l negocio inmobiliario es tan suculento que utiliza todos los medios a su alcance para conseguir sus objetivos.
El último capítulo de este culebrón lo está protagonizando la macrourbanización con campo de golf que la empresa Llanera quiere instalar en Biar. Decimos que todos los medios, porque incluso con las más de 2.500 alegaciones recogidas en contra (1.300 de ciudadanos de Biar); con varios informes técnicos municipales que cuestionan la legalidad de su proyecto por situarse al margen del Plan General de Ordenación Urbana; con el rechazo de la asamblea del Partido Popular local, de una parte del PSOE, del Grupo Mixto en el Ayuntamiento, de EU, del Bloc Nacionalista Valencià y de varias asociaciones, continúan con su obstinación.
En los últimos meses, Llanera está desarrollando una campaña de «información» con el objeto de cambiar la opinión de las ciudadanas y los ciudadanos de nuestro municipio. No han desistido de la idea porque los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE), actúan de observadores inactivos, «dejando hacer», lo cual, a nuestro entender, los sitúa al margen de la opinión ciudadana.
Esta campaña de información en la que no se está escatimando en gastos, lejos de aportar algo nuevo al debate, utiliza estrategias más propias del caciquismo que de estados democráticos. Las invitaciones al palco del campo de fútbol del Valencia C.F. o los regalos navideños son habituales a personas con capacidad de decisión y presión, incluidos concejales de PP y del PSOE, empresarios, etc.
Pero también actúan sobre el resto de la población. Recogiendo firmas en el mercadillo semanal a cambio de plantas; regalando estuches a la salida de los colegios; prometiendo becas a los estudiantes y libros de texto gratis; subvencionando viajes de niños y niñas al extranjero; mediante «convenios» con comercios y empresas, etc. (en este momento les proponemos que busquen en cualquier diccionario de que dispongan en su hogar la definición de soborno, ejercicio de los más educativo). Alguien ya lo ha comparado con la película de Berlanga «Bienvenido Mr. Marshall».
Será bueno recordar que Llanera no dispone de ningún permiso, a pesar de lo que dicen (no sólo del Ayuntamiento, también necesitarían informes favorables de Consellería de Territorio, Medio Ambiente, Obras Públicas, Confederación Hidrográfica…). Estos métodos rozan la ilegalidad, insultan a las personas que convivimos en Biar, y desde estas líneas denunciamos públicamente.
La Associació Naturalista Reconco cree en la democracia social y participativa, motivo por el que seguirá trabajando para movilizar al máximo número de personas que vean en este proyecto una aberración para nuestro municipio. También apoyamos una consulta popular, la cual fue presentada en el pleno del Ayuntamiento de Biar y rechazada por el PP y el PSOE.
JAUME CARLES HERNÀNDEZ http://www.diarioinformacion.com