Nuestra provincia vista a vuelo de pájaro nos descubre su diversidad. En este mosaico lleno de contrastes entre la tierra y el mar, que muestra Alicante al mundo, las mujeres y los hombres nos hemos asentado a lo largo de la historia de manera ininterrumpida, modificando su relieve y aprovechando minuciosamente sus desiguales recursos, con una imaginativa respuesta que ha configurado un territorio singular unido por la historia a esta apasionante realidad que es hoy la Comunidad Valenciana, en España, en Europa y en el Mundo.
Realidad, que hoy, 9 doctubre de 2005, compartimos todos los alicantinos y alicantinas al reafirmar nuestro carácter, junto a castellonenses y valencianos, en homenaje a cuantos nos precedieron en la defensa de una forma de vida, de una cultura y de una identidad .
Esa es la llamada que cada Nueve de Octubre hace y celebra nuestra Comunidad y nuestra provincia, la de una identidad, una forma de vida, un Pueblo y una Cultura.
Sobre estas montañas marineras que definen nuestra idiosincrasia como pueblo junto al mítico mediterráneo se tiende una tierra, donde la historia y el trabajo milenario, la cultura del agua y su dominio, se han unido para crear un paisaje de conmovedora belleza.
La dependencia del agua ha dejado en Alicante memoria histórica de su utilización, captación, redistribución y control. Hemos tenido admirables antecesores en su gestión desde los romanos, y, sobre todo, los árabes, maestros en la tecnología de su aprovechamiento y artífices de una compleja y milenaria red de regadío, que ha permitido no sólo la diversificación de los cultivos y las explotaciones intensivas de riego, sino todas las alternativas de la agricultura mediterránea enriquecida con los frutos traídos a estas orillas desde los más lejanos países a lo largo de los tiempos.
Decía Leonardo de Vinci que el agua es la savia de la naturaleza, también es la vida para el hombre, como es y sigue siendo un elemento fundamental para nuestro desarrollo. El derecho al agua y su aseguramiento es, para nuestro pueblo en este siglo XXI, un derecho irrenunciable, por solidaridad y justicia. Por todo ello, por historia y necesidad, y por resultar un territorio con déficit hídrico es por lo que reivindicamos las transferencias y aportes de caudales de las cuencas excedentes. Está en juego no sólo nuestro presente y futuro sino el de todos cuantos nos acompañen.
¿Qué voz puedo levantar en este día más que la de nuestro Pueblo?.
Que me perdonen los que esperaban otra cosa de mí en este día de fiesta, pero quién me conoce sabe que no puedo dejar de pedir lo que Alicante más precisa para seguir vivo y esperanzado: AGUA.
Y contemplar, querer y vivir esta tierra abrazando el Mediterráneo desde el Maigmó, Sierra Salinas, Sierra de Segura o Sierra del Cid, a las Sierras de Castelar, Montcabrer, Serrella ó Serra Gelada, como han hecho generación tras generación todas cuantas culturas y civilizaciones han pasado y quedado en esta tierra.
¡Feliz Nueve de Octubre!
José Joaquín Ripoll Serrano
Presidente de la Diputación de Alicante