Honorable Conseller. Esta semana hemos presentado en el registro de entrada de la consellería que tan dignamente ostenta, alrededor de 2000 firmas pidiendo como una sola voz, que no derriben el Instituto Fray Ignacio Barrachina y que lo construyan en el Barrio de la Dulzura, para dar servicio a toda la zona Este-Norte de Ibi, que abarca los barrios de Dulzura, Ciudad Deportiva, Casco Antiguo, Campos, Mirasol y Avenida Juan Carlos I. Total nada, alrededor de 12.000 personas afectadas. Barrios alejados de los actuales Institutos en algunos casos en más de 3.5 km. Firmas que se unen a los acuerdos del Consejo Escolar Municipal, de los AMPAS y, lo que es más grave aún, del Pleno del Ayuntamiento.
Firmas de padres y madres que ven cómo podrían tener el Instituto a un paso de casa, para que sus hijas e hijos desde los 11-12 años y hasta los 18 no tengan que desplazarse al otro extremo de la población. Firmas de abuelos y abuelas que muchos días acompañan a sus nietos al colegio y que no entienden porqué al lado de ese mismo colegio, en su barrio o cerca de su casa, no se hace definitivamente el Instituto que daría servicio a toda una zona del pueblo. Firmas de ciudadanos y ciudadanas de Ibi que, con sus impuestos, van a pagar los más de cien millones en alquiler de prefabricadas, los veinte millones en el derribo del Fray Ignacio Barrachina, los millones que cuesta urbanizar la parcela frente a la piscina municipal para una instalación provisional. Firmas de hombres y mujeres de Ibi que ven como, pleno tras pleno, se aprueban modificaciones del plan general para crear o suprimir nuevos viales, para dar más alturas a algunas parcelas, para crear equipamientos, para aumentar edificabilidad o para modificar suelo rústico y convertirlo en urbanizable y, que no entienden que les digan que es muy complicado y lento recalificar los 15.000m2 junto al colegio Felicidad Bernabeu, que hace dos años pedimos y aprobamos todos. Firmas, en definitiva, que contemplan la infamia, la injusticia y la tragedia a cámara lenta que en materia educativa se está haciendo con Ibi y con todos esos barrios y esas familias.
Todo éllo, por no hablar del insulto a la inteligencia cometido con el tema de las prefabricadas, cuando ahora día a día, padres, alumnos, trabajadores, deportistas y cualquiera que pase por allí, ve la prisa que hay por urbanizar una parcela, poner alcantarillado, alumbrado público y gastarse un dineral para una instalación que dicen es para dos años y todos nos tememos que no serán menos de cuatro. Una generación entera de estudiantes en barracones por el empeño en tirar el instituto, el dinero y la sensatez. Y que además, todo éso se acomete en la misma parcela en la que ADIi propuso año y medio hacer un geriátrico y se nos decía que era imposible porque no era nuestra. Y que además hace un año se decía que unido a la complejidad de la recalificación de la parcela de 15.000m2 en la Dulzura, era muy costoso urbanizar. La direrencia es que allí habría sido para un Instituto para siempre y ahora se urbaniza para poner prefabricadas.
Espero, señor conseller, que la dignidad silenciosa de toda esa masa de ciudadanos y muchos más que no han firmado y que están de acuerdo, llegue a sus oídos, conmueva su conciencia y que, si llegado el caso, se acaba consumando esta barbaridad, hable alto y claro dónde y cuándo toque. No nos valen paelleros, ni parkings para caravanas, ni primeras piedras, ni costosa propaganda pagada por todos para hacer campaña con el dinero de los demás, ni promesas de inversiones a largo plazo. ¡NOS VALÍA EL INSTITUTO EN LA DULZURA Y NOS HAN ENGAÑADO!
Nicolás Martínez Ruiz
Portavoz Grupo municipal ADIi