Concha Navarro nació y creció en Petrer. Su padre se dedicaba al calzado y su madre realizaba unas pastas exquisitas que horneaba en los hornos que había en la misma calle en la que se ubicaba la vivienda familiar. Concha decidió estudiar el bachillerato, tras trabajar de dependienta, cuando se abrió el centro Azorín. Le comunicó a sus padres que quería estudiar y estos le apoyaron desde el principio.
En su casa siempre se hablaba de Petrer, de su historia y su patrimonio y su hermano pertenecía al grupo de amigo arqueólogos en el que estaba el conocido Dámaso Navarro. Concha inició su andadura en la arqueología de la mano de su hermano, así que decidió estudiar Historia en la Universidad de Alicante y, más tarde, especializarse en Arqueología.
Petrer reconoció, el pasado 11 de febrero, la gran trayectoria de Concha Navarro Poveda, de más de 30 años, como arqueóloga y, sobre todo, su pasión y dedicación por conocer y profundizar en la historia de Petrer. Recibió la Mención de Honor al Mérito Cultural. Fue un acto sencillo, pero cargado de emoción, en el que Concha estuvo acompañada y arropada por la Corporación municipal, ex alcaldes y ex ediles de Cultura del Ayuntamiento, su familia, amistades, compañeros de profesión y muchas vecinas y vecinos.