Las excavaciones del Yacimiento del Cabezo Redondo de este verano ha dejado a la luz los restos de una vivienda incendiada hace más de 3.500 años, lo que permitirá a los expertos estudiar elementos de la estructura de la construcción, objetos domésticos y otros hallazgos como semillas que, aún quemadas, pueden aportar interesantes datos para el estudio posterior, según explicó el catedrático de la Universidad de Alicante, Mauro Hernández.
La importancia de esta campaña estriba en el hallazgo de elementos constructivos de hace más de 3.000 años, como por ejemplo el suelo de la vivienda, un silo donde almacenaban alimentos, y elementos domésticos como vasijas e, incluso, una estera de esparto dañada parcialmente por el fuego que se entiende que cubría este silo, comentó Gabriel García, uno de los responsables de la excavación.