El presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, ha aplaudido las nuevas medidas sobre los incendios forestales anunciadas ayer por el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, y que se incluyen en el borrador de la Ley de Emergencias de la Generalitat.
Para el máximo representante de la institución consultiva, estas acciones abogan por penalizar los actos que en la mayoría de las ocasiones son intencionados y es, por tanto, responsabilidad del autor del incendio asumir las consecuencias económicas que ello conlleva. Además, ha asegurado que las consecuencias de un incendio forestal no aparecen sólo a corto plazo, sino que también son evidentes con el tiempo, en forma de alteraciones graves en el paisaje, pérdida de puestos de trabajo y, sobre todo, degradación del suelo quemado. Estas medidas, ha indicado Grisolía, van en la misma línea que las propuestas realizadas por el CVC, órgano que desde hace tiempo se ha mostrado partidario de aplicar una legislación coercitiva con los autores de los incendios.
En este sentido, la institución consultiva aprobó en marzo de 2008 un informe sobre el tratamiento penal de los incendios forestales, que se incluye como un anexo del Estudio sobre las medidas para evitar o minimizar los incendios forestales, en el que considera necesaria la revisión y actualización de las penas y recomienda su agravamiento, ya que estas conductas delictivas ponen en peligro la vida y la integridad de las personas.
Asimismo, en el documento el órgano pide a las instituciones y a los tribunales de justicia medidas y actuaciones para que se castigue con el máximo rigor a los autores, directos o indirectos, de los incendios.
